El sábado pasado tuvo lugar en el Hotel ME Reina Victoria de Madrid un showcase del colectivo Comba. Un evento que a priori parecía diferente debido a su horario (de 13 a 03), su localización (la azotea del hotel ubicado en la céntrica Plaza Santa Ana) y su programación. Entre los nombres que configuraban el cartel encontramos además de a djs pertenecientes al colectivo, a otros talentos nacionales y locales como be.lanuit o los chicos de Depaart.
Así, los días previos al evento me aseguro de que tanto mis amigos como yo entremos por lista VIP, siguiendo los pasos que se indican en el evento de Facebook. Y así lo hacemos todos. Sin embargo, lo que ocurrió a continuación no fue plato de buen gusto para nadie.
La mañana del sábado amanecí esperando que los horarios del evento ya estuvieran anunciados. Sin embargo, tras varias intentonas vía rrss para que los publicaran, jamás conocimos esta información. La segunda incógnita era saber si la lista VIP en la que nos habíamos apuntado, cerraba a alguna hora. A esto sí que nos contestaron: el límite es hasta completar aforo «ven pronto, gracias».
Y así lo hacemos. A las 17h llegamos a la Plaza Santa Ana para colocarnos al final de la cola que da la entrada al evento. La cola no parece demasiado larga, sin embargo, nos acercamos a la puerta del hotel para informarnos. Aquí, un trabajador del hotel con un clicker en la mano nos cuenta que el aforo está completo y que hay que esperar. «Vaya, sí que ha tenido éxito el evento», pensamos…
Sin embargo, da la casualidad de que un buen amigo había hecho de las suyas para acceder sin necesidad de esperar la cola y se encontraba ya en la azotea. Le llamamos para conocer la situación y sus palabras son: «Esto está vacío». Nos quedamos atónitos dándole vueltas al tema cuando advertimos que la cola no avanza lo más mínimo. Da igual cual fuera tu lista, si no llevas una entrada anticipada en la mano, lo tienes jodido.
Así que decidimos esperar un poco. Un tiempo que acaba convirtiéndose en más de hora y media de desesperación debido al absurdo de tener que esperar, aún sabiendo que el espacio en el que se encuentra la fiesta está desolado. Tristemente, la gota que acaba colmando el vaso es un inesperado toque de moral final. Cuando a penas quedaban 10 personas delante nuestro, ubicados en las escaleras de la recepción, uno de los puertas dice: «Todos fuera de las escaleras, aquí no podéis estar». Cuando las escaleras llevaban con catenarias pobladas gente desde que habíamos llegado hacía hora y media…
Como era de esperar, al recular para bajar de las escaleras, la cola acabó por no respetarse, convirtiéndose en una especie de lucha por los primeros puestos de la fila. Ahí decidimos abandonar e irnos.
No sabemos a quién/qué se debió esta mala organización. Nos consta que el Hotel ME Reina Victoria de Madrid no cuenta con la confianza de demasiados organizadores de eventos, y que los chicos de Comba arriesgan en pro de una escena rica y diferente, sin embargo, esta vez lo que parecía ser una tarde especial acabó convirtiéndose en una cola del infierno.