Los sistemas analógicos se resisten a desaparecer. Así lo demuestran los datos de ventas en EE.UU, que según el instituto de investigación Nielsen Music, el año pasado se vendieron 129.000 copias de cassettes frente a las 74.000 del 2015.
Este renacimiento inesperado, vuelve a poner otra vez al cassette en la primera linea. En parte, este resurgir ha venido gracias a la reedición de varios álbums clásicos, y de algunos artistas independientes que siguen apostando por este formato.
A pesar del crecimiento en el interés, los cassettes están todavía muy lejos de igualar las ventas de discos de vinilo, que alcanzaron un récord de 32.000 ventas en el Reino Unido y 13,1 millones en los EE.UU. el año pasado.
Queda por ver si el regreso del cassette es definitivo. Como gran ventaja, se cuenta con la gran saturación que hay en las fábricas de vinilos, que les hace cada día más dificil satisfacer la demanda de todos los usuarios. Así que es probable que los cassettes, puedan cubrir este déficit.