Podemos decir que la música en general, y más concretamente un género tan cambiante y cenagoso como es el electrónico, no es terreno propicio para sostener afirmaciones. Aún así, se podrías asegurar que tras unos años recorriendo y a la postre conquistando los clubes más «underground”, nichos habituales del público más objetivo y complicado, este 2016, tal y como auguraba su primer largo Discreet Desires el pasado septiembre y como afirma su participación en dos de los festivales más importantes de la península, es el año de Helena Hauff.
Pero aquí hemos venido a hablar primero y primordialmente de discos y de aquello que los rodea, y pocos Djs de la nueva quinta comulgan más con lo analógico, que la productora que nos ocupa. “Siempre los llevo en el avión conmigo, tengo miedo de perderlos, no reproduzco ni cds ni archivos digitales”. Una costumbre respetable, resultado de una “elección natural” con un origen incierto: “En Hamburgo solía ir a las primeras fiestas de Smallville Records, así como a otros clubes, y siempre pinchaban con vinilos, así se convirtió en algo mucho más atractivo para mí que cualquier otra opción”.
Un amor por el formato que se mantiene no obstante, ajeno a fetichismos poco pragmáticos: “Pincho todos mis discos, no importa lo caros o especiales que sean, no hay ningún punto en tenerlos si no los vas a tocar. Para mí son como herramientas de trabajo, es una pena si se rayan, pero son gajes del oficio.”
No es de extrañar, que comencemos esta andadura discográfica, precisamente por el maletín que la acompaña en sus viajes.
«Tengo que empezar con algunos discos que llevo casi siempre en mi maleta y son realmente importantes para mí. En este caso con un productor que empezó por el 96, y sigue pinchando pero no ha lanzado nada en años. Me encanta y fue muy influyente para mí, como casi todo el catalogo del sello holandés Bunker Records. Es una conjunción contundente de electro, acid y techno que nunca abandona mi bolsa.»
«Un productor con unos inicios humildes en una discoteca que acabaría siendo mítica, la Dorian Gray del aeropuerto de Frankfurt. Luego con el tiempo él se haría incluso más famoso, especialmente como productor de Culture Beat, a partir de su exitazo Mr Vain. Fue definitivamente influyente en la primera escena dance alemana, y en mi opinión en el trance europeo. Desgraciadamente murió pronto, en el año 93.»
«Imposible escoger un disco de este productor, me fascina absolutamente todo lo que ha hecho y por eso no me puedo decantar por uno en concreto.»
«Otro caso parecido al de I-F y Drexcya. Me gustan absolutamente todos los discos en el catálogo de este productor holandés, especialmente aquellos bajo el sello Bunker Records.»
«Más allá de lo estrictamente electrónico, me gustaría destacar a este grupo. Tengo muchos de sus álbumes pero este es mi preferido. Los llegué a ver en directo hace como tres años y fue genial ver a tíos ya pasada mediana edad, dándolo todo con la misma energía de siempre.»
«Amo a los Stooges, especialmente su álbum debut homónimo y el Raw Power, por supuesto. Son magníficos y ahí tienes a Iggy Pop que sigue al pie del cañón. La verdad es que no he escuchado a fondo lo que anda haciendo ahora con Queens Of The Stone Age, pero en una primera impresión, está mejor de lo que esperaba.»
«Entre los productores más recientes es uno de los que más me gustan. Es simplemente brillante. Normalmente compro música antigua que suena como si fuese de antes de ayer, pero él es lo contrario, suena a clásico, pero con un toque de modernidad muy interesante. Puedes entrever grandes influencias, como Suicide en su etapa más electrónica, o los ochenta. Es uno de los pocos artistas que se atreven a añadir un giro moderno a esos sonidos.»
Radioactive Man – Radioactive Man
«Podría decir que es el álbum que me enganchó definitivamente a la música electrónica. Bueno, de hecho hay una anécdota graciosa. Mi abuela me compró un CD en un mercadillo hace años, resulta que era una especie del single Pump Up The Jam de Technotronic. Ya no lo tengo, desafortunadamente, pero de pequeña lo bailaba mucho, así que quizás eso fue lo que me acabó atrayendo a la electrónica.»
«Para terminar me gustaría destacar a alguien de Hamburgo. No sé si sabes que Sten es en realidad otro alias reciente de Lawrence, y tiene temas como éste, que simplemente me encantan.»
Hablando de Hamburgo, la ciudad que ha visto crecer a Helena como productora y dj en locales pequeños y pintorescos como el Golden Pudle (que desgraciadamente se quemó a principios de año), lo cierto es que la preciosa ciudad portuaria nunca ha tenido el protagonismo que otros feudos clásicos de la electrónica alemana. Pero las tornas han cambiado rápidamente en los últimos años, gracias a una curiosa y amplia escena, de casi nuevo cuño.
“Es una ciudad extraña, que solía ser más famosa por sus grupos que por su escena electrónica. Por supuesto que siempre hubo clubs, en los ochenta fue una de las primeras ciudades alemanas en fijarse en el house de Chicago. En el Golden Pudel se pinchó electrónica desde el 89, pero era definitivamente más conocida por sus bandas, incluso en los noventa”. Mas tarde llegarían éxitos como Solomun, con su sello Dynamic y el club EGO, y después el sello Smallville encarnado en sus cabezas visibles, Christopher Rau y Moomin: “Todo sigue cambiando mucho, ahora se está convirtiendo en una ciudad más centrada en el techno, la verdad es que es una escena interesante”.
Una transformación similar, más bien ascensión, es la que ha experimentado la alemana en los últimos años, con una larga lista de fechas, que este 2016 incluyen más festivales que nunca. En el caso de España repetirá en el Sónar por segundo año consecutivo en un b2b con Ben Ufo, además de estrenarse esta noche en el Primavera Sound. No somos de estadísticas, pero no recordamos muchos casos así. Éxitos de públicos ni intimidan ni desencantan.“Sigo prefiriendo sitios pequeños, espacios íntimos donde pueda sentir la energía del público más cerca, pero es un crecimiento normal, y también está genial tener una masa de gente animándote”. Aún así lo tiene claro en cuanto a propósitos futuros: “siempre querré mantener una tasa de salas pequeñas”.
Solo queda apuntar una escueta quiniela. “En el Primavera me gustaría ver a Mudhoney, Cabaret Voltaire y a Powell. Para el Sónar me gustaría pasarme por Hot Shotz (básicamente Powell con Lorenzo Senni), Intergalactic Gary y Byetone «. Tomamos nota Helena.