Coches voladores, paredes de niebla y ventanas en el cielo, forman parte de las composiciones ingeniosas que definen el arte conceptual y surrealista del fotógrafo americano Logan Zillmer. Su arte nos recuerda a una mezcla entre las composiciones distorsionadas y tan originales de René Magritte (pintor surrealista con obras como El hijo del hombre) y el humor imaginativo de Charlie Chaplin consiguiendo que sus ilustraciones manipulen la realidad, haciéndonos creer que es un lugar familiar pero un tanto peculiar.
Zillmer captura sus imágenes con un de equipo de iluminación hecho por el mismo, la perspectiva perfecta, un poco de Photoshop y su magnífica imaginación. Gracias a esto y sin la necesidad de usar CGI, (término en inglés para «imágenes generadas por computadora», aquellas imágenes, en dos o en tres dimensiones, utilizadas en animaciones, efectos especiales de películas etc.) crea unos efectos surreales que no dejan indiferente a nadie.
Su diverso trabajo es muy amplio, aunque ha crecido desde que terminó su reto fotográfico de 365 Photo Challenge, un proyecto muy simple que básicamente consiste en realizar una fotografía cada día, 365 dias – 365 fotos. Es un proyecto que realza el crecimiento creativo al incitar a fotógrafos a crear algo constantemente, con o sin tema a seguir. El cambio y el crecimiento de Zillmer se intuye a través de los desafíos del reto y se hace evidente en cada fotografía que ejecuta, que van desde escaleras colocadas de manera artística, hasta sillas de oficina en llamas.
Impulsado por el reciente nacimiento de sus gemelos, se sintió obligado a publicar una imagen inmediatamente y como descripción escribió: «Mucha de la gente ve [a los niños] como el principio del fin de la vida artística de uno», «Lo veo como lo opuesto, una inspiración para crear más y mejor arte. Un impulso para seguir adelante».
Os dejo con algunas de sus grandes obras, disfrutadlas. El resto podéis encontrarlas en su Flickr.