Es posible que muchos de vosotros hayáis visto estampada la firma de Muelle en alguno de los muros de la capital. Otros quizás solamente hayáis oído hablar de los famosos graffittis con forma de muelle, que llenaron la capital durante la década de los años 80 y 90.
Hoy os contaremos un poco más sobre la historia de Juan Carlos Argüello, el personaje que estaba detrás de estos famosos graffittis, que se acabaron convirtiendo en un auténtico fenómeno social y en uno de los pioneros de la expresión artística urbana en las calles de Madrid.
Juan Carlos Argüello fue un joven original del barrio de Campamento, comenzó como un juego a graffitear su apodo junto con el dibujo de un muelle y una flecha en los muros de su barrio. Poco a poco se fue extendiendo por toda la ciudad.
El famoso apodo por el que se conocía de Muelle viene de su infancia, y es que en la escuela le dieron este mote al haberse fabricado una bicicleta con un muelle gigante de amortiguador.
Muelle fue uno de los pioneros que abrió camino en los denominados flecheros, un Colectivo de jóvenes graffiteros madrileños de la década de 80 que desarrollaron un estilo de graffitti autóctono, lejos del movimiento original del graffiti neoyorkino.
También Muelle fue de los primeros que pintó cartelas en el metro, que pintó en alturas, que agregó las sombras en 3D… Fue fuente de inspiración para muchísimos jóvenes que siguieron su estela en unos años en que el graffitti tuvo su época dorada en Madrid, una época donde a pesar de la cantidad de gente que firmaba, había un respeto por las firmas, nadie las pisaba ni tachaba…
Se intentaba ser el mejor bombardeando más y en lugares mas llamativos, respetando los lugares de interés natural o cultural. Una época donde el graffiti no estaba vinculado al movimiento Hip Hop, donde cada graffitero era una célula independiente pero a la vez vinculada a otros graffiteros.
Con el paso de los años su firma fue evolucionando, al igual que las técnicas empleadas. De una simple firma pasó a ser una firma sombreada, de colores, con profundidad… Fue introduciendo más elementos: El muellecito de debajo de la rúbrica, la “R” de “Registrado”… Siempre evolucionando, cambiando, experimentando, creando estilo…
Desgraciadamente, Juan Carlos Argüello nos abandonó muy joven, falleciendo en 1995 a los 29 años víctima de un cáncer fulminante. Pero su obra perdurará para siempre, formando parte de la historia del Graffiti en la capital.
A continuación os dejamos una curiosa entrevista a Muelle durante los años 80.