El minimalismo como forma de vida

El ritmo de vida tan acelerado que llevamos nos hace perder el tiempo en cosas que no nos aportan, dejando de lado otras más importantes. Sin darnos cuenta llenamos nuestras vidas de objetos innecesarios convirtiéndonos en esclavos de estos.

El minimalismo parece estar cada vez más presente dentro de disciplinas tan diferentes como la arquitectura, el interorismo, la música o el diseño. Pero además fuera de estas áreas, cada vez son más las personas que se proponen llevar un estilo de vida minimalista.

¿Crees que a ti también te ayudaría llevar una vida más práctica y minimalista? Si la respuesta es afirmativa, continúa leyendo. Pero antes de nada, necesitamos entender que significa el minimalismo para comprender mejor algunos puntos de vista.

¿Qué es el minimalismo?

El minimalismo es la tendencia a reducir a lo esencial y a despojar de elementos sobrantes. También se trata de una corriente artística que utiliza elementos mínimos y básicos, como colores puros, formas geométricas simples, tejidos naturales, etc.

En el campo del diseño, el minimalismo ha sido muy influenciado por el diseño tradicional japonés y la arquitectura.

Como estilo de vida, el minimalismo no es un concepto nuevo, muchas de sus raíces se encuentran el ascetismo, una filosofía de la antigua Grecia que proponía que los grupos o individuos que la practicaran, buscaran reducir sus pertenencias físicas y necesidades al mínimo.

Sobre las cosas materiales

Puede que no te hayas parado muchas veces a pensar sobre como tienes repleta tu casa de cosas innecesarias y que apenas utilizas, y que lo único que consiguen es ocuparte espacio y robarte tiempo y libertad.

El minimalismo puede ser una solución a esa especie de síndrome de Diógenes que todos llevamos dentro en menor o mayor medida. Antes de seguir acumulando sería bueno pararse a pensar, ¿En verdad lo necesito? ¿Qué me aporta tener todas estas cosas? Puede que tus propias respuestas te sorprendan.

Practicar este estilo de vida no es una ciencia exacta, por lo que no existe un único método, ni se puede tratar desde un punto de vista estricto. De lo que se trata es de pararse para reflexionar de vez en cuando y aprender a elegir sobre que cosas podemos prescindir.

La corriente del minimalismo no está en contra del capitalismo, aunque sí lo está en contra del consumismo descontrolado. Cuando tienes más cosas de las que puedes usar y deseas más de las que puedes pagar, entras en un ciclo vicioso en el que tus cosas no trabajan para ti, sino tú para ellas.

Nuestro tiempo es limitado

Asumir que nuestro tiempo en este mundo no es infinito, también es una de las razones por las que debemos tender a simplificar las cosas, y a dedicarnos a las cosas que verdaderamente nos apasionen.

El problema de hoy parece ser el significado que asignamos a las cosas materiales: tendemos a darles demasiado significado, a menudo dejando de lado nuestra salud, nuestras relaciones, nuestras pasiones, nuestro crecimiento personal y nuestro deseo de contribuir más allá de nosotros mismos.

El minimalismo simplemente te permite tomar decisiones de manera más consciente y deliberada, ayudándote a restablecer prioridades y conseguir llevar una vida basada en objetivos y no en cosas.

La principal idea del minimalismo es simplificar, hacer tu vida más llevadera. Cuando somos demasiado rígidos esto también puede ser contraproducente, porque se cae en otro extremo y la vida se complica en el otro sentido.

No tiene lógica tener un determinado número de cosas, si esto te limita en las actividades que te gustaría hacer. Lo que se trata es de liberar tu tiempo, dinero y energías para enfocarlas en aquello que verdaderamente tengan un sentido, y no al revés