El pasado Sábado 11 de Junio se celebró en el parque Brockwell de la localidad londinense de Brixton la cuarta edición del festival de la promotora Found. Un evento con un claro enfoque musical y un cartel que atraería, como cada año, a un determinado tipo de público, amante de la música melódica y la diversión.
Los nombres del cartel eran el cebo perfecto para una ofrenda musical a la historia de la música House. Theo Parrish, Marcellus Pittman, Kerri Chandler, Derrick May, Dyed Soundorom, Paranoid London en formato Live o Leon Vynehall fueron algunos de los nombres más perseguidos de un evento distribuido en cinco espacios. De ellos, en tres se concentrarían en distribuir sonidos House y Disco y los restantes dos se dedicarían a sonidos algo más oscuros. Las carpas “Find me in the Dark” y “Art of Dark” presentarían nombres como los de Trade con Blawan y Surgeon haciendo Live, Rødhåd, Legowelt también en Live y Mara Trax con Maayan Nidam y Vera, Binh y Francesco Del Garda respectivamente.
Los cambios en la meteorología mostraron a un público acostumbrado a asistir a festivales donde la climatología no siempre acompaña y, pese a eso, la asistencia a las zonas descubiertas no se vio demasiado desfavorecida, aunque sí influyó a la hora de hacer las pertinentes colas mientras la lluvia hizo acto de presencia. Sorprendentemente una de los mayores descubrimientos de la jornada se produjo en el espacio de la promotora “Feelings”. Dicho espacio ubicado en la parte central del festival, y resguardado del resto de carpas por grandes árboles, contó con las buenas actuaciones de Daniel Wang y Beautiful Swimmers pinchando rarezas Disco en formato vinilo dejando paso al otro gran set de la jornada, el de Mood II Swing. A medida que pasaban las horas “Feelings” sirvió como refresco del resto de la programación del día, siendo el único espacio descubierto tras el escenario principal. Disponer tan sólo de una pequeña caravana con un set up de dos CDJ, dos Technics SL 1200, mesa de mezclas y dos altavoces Martin Audio para salas pequeñas, no fue ningún inconveniente y probablemente fue uno de los puntos atractivos para la cantidad de gente que se dio cita allí, demostrando que a veces, menos es más.
En el plano organizativo a Found se le puede adivinar un crecimiento y cambios para el año que viene, crecimiento y cambios derivados de la expectativa generada por semejante cartel. Y es que la estructura del pasado año pudo no ser suficiente por momentos para la cantidad de gente que se dio cita en el recinto en esta edición, aunque bien es cierto que la promotora reaccionó rápida a los pequeños desequilibrios que se fueron produciendo. Otro elemento que sin duda tendrá en cuenta la organización para la próxima edición fue el sonido de la carpa Secret Sundaze. En dicha carpa, y en especial en plena acumulación de gente debido a la expectación generada por el set de Theo Parrish y Marcelus Pittman, el sonido no fue el adecuado.
Pero nada de eso fue un impedimento para pasar buenos momentos junto al público, verdadero protagonista del día. Y es que, si de algo ha sido capaz una vez más el Found Festival, ha sido de demostrar que el público al que atrae es un festival en sí mismo. No importa si el sonido sale de una caravana aparcada en medio del parque o si sale del escenario principal, la diversión al interactuar entre las personas que se reúnen allí por motivos musicales es una garantía no especificada en el momento de la compra de la entrada. Aunque se puedan adivinar ciertos cambios para las futuras ediciones (quizás una reubicación o un formato diferente), si hay algo que no debe de cambiar son las personas que se congregan allí, auténticas cabezas de cartel del festival.
