El pasado jueves 7 de julio daba comienzo uno de los festivales más esperados a nivel nacional para ofrecer, durante tres días, música para todos los oídos y edades. El BBK Live nos ofreció desde los sonidos electrónicos de la mítica banda New Order hasta el rock alternativo más esperado de la mano de las bandas Arcade Fire o Tame Impala. Sin dejar de lado a grupos made in Spain como Rural Zombies, Hinds o Love of Lesbian. Además, este año el festival contaba con un nuevo espacio de baile: Basoa (‘bosque’ en euskera). El bosque, un espacio donde el dj se encontraba en medio de los árboles, fue el punto de encuentro donde artistas y DJ’s fusionaban sus sonidos creados con mucho cariño y que, conforme se abría la noche, recibía a más público.
Una hora antes de que Years & Years comenzaran a tocar en el escenario principal, el Bilbao Stage, la gente ya esperaba impaciente, cerveza en mano cuando de repente… Take Shelter abría el concierto del grupo británico liderado por Olly Alexander. Tras cantar Worship bajó del escenario para recoger el regalo de un fan al que abrazó y dio las gracias. Sentado al piano, el concierto se tornó emotivo para tocar Eyes Shut. Pero si algo caracteriza a este grupo es el buen rollo que transmite. Se marcaron una doble cover de la canción Dark Horse de Katy Perry y Hotline Bling del rapero Drake que hizo vibrar al público. Todo al más puro estilo Years & Years, animando de lado a lado del escenario. No faltaron I want to love, Real, Desire y King, la canción más esperada del concierto.
De repente, todo el público corría hacia el Heineken Stage porque los sintetizadores de CHVRCHES ya se escuchaban de lejos. El segundo disco de esta banda escocesa (Every Open Eye) sonó con temazos que retumbaron por todo Kobetamendi. El público bailó sin parar sus canciones Bury It o Leave a Trace. Hubo un momento de diálogo entre el público y la cantante que animaba a levantar las manos a todos aquellos que esperaban con ganas el concierto de Arcade Fire. Además, expresaron su decepción con el ‘Brexit’ mientras algunos fans entre el público ondeaban su bandera británica dándole la razón. Por supuesto el clásico Recover hizo mover hasta al más parado y ni uno de los presentes permaneció impasible ante el magnífico derroche de ritmo firmado por CHVRCHES.
M83 se hizo de rogar mientras el público del BBK Live silbaba ansioso. La espera mereció la pena porque empezaron a lo grande tocando el tema que da nombre a su último disco, Do It, Try It. Canciones como Go! y Solitude vibraron con fuerza y fueron recibidas con muchas ganas, pero no fue hasta después de sonar We Own The Sky (perteneciente a su disco más conocido Hurry Up, We’Re Dreamin’) cuando todo el público aplaudió con ganas y el grupo francés dio paso a Intro que tiene de todo menos introducción. El concierto continuó con canciones de su nuevo disco para ya reventar el suelo del monte Kobetas con Midnight City, su mítico tema que no pasa de moda. Para finalizar escogieron Outro.
Si bien New Order era un grupo clave que miles de personas esperaban de esta primera jornada del BBK Live, éstos lo hicieron igual de bien que lo hace una mítica banda de los 80, y dejaron el listón alto. Empezaron estrenando el tema Singularity de su último disco Music Complete para repasar canciones de toda su trayectoria como Ceremony, Blue Monday y True Faith. Pero claro, el público manda y en este caso el momento en el que comenzaron a sonar los primeros acordes del conocido tema Love Will Tear Us Apart de Joy Division el público cantó alto y claro estas palabras tan míticas. Así se cerraba uno de los conciertos cumbre de todo el festival, pero lo mejor estaba por llegar, ya que en el escenario principal miles de personas hacía una hora que se reunían para conseguir una buena perspectiva de los canadienses Arcade Fire.
Y es que esta banda (grupazo, en términos coloquiales) iluminó con fuerza, en honor a su último disco Reflektor considerado uno de los mejores discos del año 2015 dentro de su estilo rock alternativo, la ya entrada noche en el monte Kobetamendi. Empezaron con Ready to Start (qué irónico, ya que ninguno de los allí presentes estaba preparado para lo que iba a ocurrir) para continuar seguido con The Suburbs, ambas pertenecientes al disco que da nombre esta última canción y con el que se dieron más a conocer en 2010.
Pero los fans que ya desde Neon Bible se hicieron incondicionales de esta curiosa banda agradecieron temas como No Cars Go, Intervention y My Body Is A Cage, donde hubo un silencio en esta última hasta que el público empezó a acompañar al cantante con palmas. Por supuesto repasaron sus canciones más queridas del último disco Afterlife y Reflektor, y pudimos ver en persona a los cabezudos protagonistas del videoclip que aguantaron ya hasta el final del concierto. El público estaba tan absorto en la magia que se estaba creando allí que apenas fueron conscientes del chirimiri (como decimos en el norte refiriéndonos a la llovizna) que cayó durante todo el concierto, pero cuando sonó Here Comes The Night Time explotó la lluvia, esta vez de confeti, y el público bailó con más ganas que nunca.
Y así, después de 1 hora y 40 minutos, la banda dedicó unos minutos a despedirse y agradecer la energía de todos los allí presentes. ¡Pues gracias a vosotros! Porque pocas veces se ve un concierto de dicha duración en un festival y siempre sabe a poco.
Los que tuvieron el valor de seguir en pie toda la madrugada pudieron continuar moviendo sus pies en el BBK Live al ritmo de Hot Chip u Ochoymedio DJ’s, pero eso ya es otro tema.
La undécima edición del Bilbao BKK Live es posiblemente una de las mejores por los grupos que destacan en su cartel, pero si por algo la gente repite año tras año es por la tremenda organización, el espacio tan cuidado, el respeto por la música y las ganas de disfrutar de un buen ambiente (aunque la cerveza siga siendo vendida tan cara la seguiremos comprando).