El pasado 12 de febrero daba el pistoletazo de salida el festival Frontera Círculo Ámbar organizado por el sello musical del Círculo de Bellas Artes. La majestuosa Sala de Columnas se convirtió para la ocasión en una improvisada sala de conciertos repleta de música experimental durante tres horas. Una instalación con un sonido muy logrado dadas sus grandes dimensiones y reverberación.
Por su parte, los protagonistas de esta jornada inaugural que prometía una experiencia audiovisual de primera línea fueron Boris Divider y Balago. En cuanto al primero, desarrolló un set muy industrial pero que jamás perdió el alma piscodélico que rodea al veterano. Los visuales, cómo no, destacaron sobre todo demostrando que Boris Divider no solo es un dj y productor exquisito, sino que es un Artista completo.
Balago se metió en terreno orgánico para dar paso a un set mucho más relajado. El ambient que salía de los sintetizadores se mezclaba con humo y luces de neón para adentrarnos en un mundo de película. Los planos detalle de organismos vivos y naturaleza encajaron a la perfección con su discurso.