Así fue la primera edición del Ballantine´s True Music Festival

ballantines true music festival

140 artistas, 17 salas de música en el centro de Madrid, 2 días, 12 horas ininterrumpidas de música y 12.000 asistentes han sido las cifras protagonistas de esta primera edición del Ballantine´s True Music Festival. Un nuevo formato que tal vez no ha cosechado todo el éxito que debiera, pero que sin duda ha conseguido dar un golpe en la mesa de propuestas capitalinas.

La hazaña no se presentaba sencilla. Y es que programar 140 artistas de géneros tan dispares como el Indie, Rap, Pop o House, en tan solo 2 días no está al alcance de todos. Si a esto le sumamos que las fechas del evento se han podio ver afectadas por el aluvión de fiestas y festivales que llevamos en el último mes y que hay previstos para las próximas semanas, podemos decir que el equipo de Ballantine´s le la echado «un par» al asunto.

Fechas que, por otra parte, hemos agradecido enormemente los presentes acudiendo a los conciertos de algunos de nuestros artistas preferidos de manera muy íntima y familiar. Este fue el caso de los conciertos programados para las primeras horas de la tarde. De esta manera pudimos disfrutar de la electrónica del Youngr o el descaro del ToteKing en una sala Changó de lo más agradable y resultona.

El viernes, al caer los rayos del sol, decidimos trasladarnos al Palacio de la Prensa para ver a Yelle. La francesa, acostumbrada a eventos de gran formato (véase su actuación en Sónar 2016) llegó acompañada de sus dos percusionistas habituales para hacer vibrar a un público agradecido y que le siguió el juego durante toda la actuación.

Pero tras ella, llegaba al Teatro Barceló el cosmic disco de Todd Terje. El veterano se presentó con un sinte que prácticamente le ocupaba toda la mesa de apoyo para desarrollar un set elegante y correcto que no acabó de despuntar hasta el cierre, tal vez por el horario que le tocó (21:45h).

todd terje

Entre las propuestas nocturnas, no podemos olvidar el íntimo concierto de Sailor & I en la Sala Clamores o el cierre de Digitalism en la Sala Penélope. Así, no nos queda más que esperar al año que viene para repetir y felicitar a la organización por sacar adelante un proyecto diferente, original y de calidad.